Elisabet Martínez
Formadora academia oposiciones educación infantil
Te ayudo con mi método a diseñar la estrategia para organizar todas las áreas de las oposiciones junto con materiales, recursos, metodologías innovadoras para diferenciarte e impactar al tribunal.
Estoy aquí para ayudarte a sacar esa plaza que tanto deseas.
Creo que todos destacamos de manera extraordinaria en nuestra profesión como docentes y que todos queremos esa plaza fija para darnos estabilidad.
Porque TODOS somos merecedores de ello.
Sin embargo, el reto está en conseguir superar las oposiciones y convencer al tribunal de que somos genios en nuestro campo.
Ese es mi trabajo y estoy deseando ayudarte.
Mi lado más personal
- Catalana de nacimiento y con raíces andaluzas. Nací en un pueblo de costa maravilloso donde todavía hoy me encanta perderme por sus calas. Residiendo hoy en otro lugar más cerca de la ciudad pero con expectativa de cambio hacia un pueblo más pequeño y alejado.
- Adoro la naturaleza y la tranquilidad que en ella se respira. Me siento en casa cuando estoy cerca de ella, quizá por mi carácter introvertido y silencioso.
- Soy de montaña y de playa. Ambos lugares me apasionan y no podría nunca elegir uno de lo dos. Por eso intento pasar todo el tiempo posible en cada uno de ellos.
- Un adjetivo que me define: perseverante. Siempre me he esforzado al máximo para lograr mis metas, sin rendirme nunca por muy difícil que fuera el camino.
- Siempre sueño con poder cambiar la educación, con una educación distinta que empodere a los niños y niñas , que les de esas herramientas que yo he tenido que aprender.
- Soy de risa fácil, comprensiva, muy cariñosa y familiar. Mi familia lo es todo para mi.
El equipo a tu disposición
Trabajamos cada día para ser la escuela de formación con mayor índice de alumnos exitosos.
Elisabet Martínez
Robert Roberts
Anna Rubia
Mi experiencia en la oposición
Ponte cómoda porque esto es largo, ahora te voy a contar lo más emocionante
Cuando decido presentarme
Cuando se supo que iban a convocar oposiciones de maestros en Cataluña en 2019 lo primero que pensé fue “no me voy a presentar”. Aquí hacía 10 años que no habían oposiciones y daba por hecho que con mis pocos méritos iba a perder el tiempo.
No obstante, amigas de profesión me animaron a intentarlo. Me decían que lo probara, que no perdía nada. Aunque yo dentro de mi pensaba que sí perdía, y mucho. Perdía tiempo, ocio, deporte, tiempo con los míos,… Yo no quería perder todo eso para quedarme en las puertas.
Así que decidí finalmente presentarme pero con la condición de que no iría a “probar”, iría a por todas. Si iba a sacrificar cosas que fuera para algo.
Durante la preparación
Lo dí todo en esos 9 largos meses. Pasando por una Navidad junto a los míos pero también trabajando duro y muchos fines de semana dejando de hacer cosas que quería, pero dándome pequeñas recompensas cuando acababa mis pequeños mini objetivos que me ponía.
En esta vida todo es cuestión de prioridades.
Yo veía otras compañeras que salían o iban de vacaciones. Pero yo no, yo me estaba esforzando al máximo para poder conseguir lo que perseguía: la plaza.
Llegó el gran día
Todavía recuerdo los nervios antes de mi defensa oral. Era verano y hacía un calor horrible. Además iba cargada con materiales que había creado y tuve que dar dos viajes al coche a buscarlos. Pero justo antes de entrar, me serene y dí saltos por la clase para recargarme de energía y entré (con las piernas temblorosas). Empecé a hablar y todos esos nervios se esfumaron.
Al acabar los exámenes (tema y caso práctico) me salió en el dedo una enorme ampolla de tanto escribir. Cómo dolía. Pero estaba feliz porque todo había acabado ya.
El día más emocionante de mi vida, "literalmente"
Y llegó ese momento mágico, dónde ves tus notas. Ví el resultado, se me pusieron los pelos de punta, le dí el movil a mi marido y me puse a llorar. No podía hablar, solo llorar. Llorar de emoción, llorar de alegría, llorar por ver todo ese sacrificio recompensado.